viernes, 8 de noviembre de 2013

Myanmar... Promesa Dorada (I parte)



One day in Pagan by Puchong Pannoi



La Coca Cola volvió a Birmania- hoy Myanmar-, aterrizaron también las compañías Nissan y Ford, así como algunas de las grandes cadenas hoteleras europeas, otras muchas se encuentran allí  desde hace poco, la  TierraDorada está de moda. Luego de medio siglo de aislamiento, dictadura y pobreza el país toma la ruta del desarrollo. Al menos eso creen muchos de los analistas internacionales, quienes además de celebrar los cambios democráticos –entre ellos la liberación y vuelta a la vida política de Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de Paz-; alaban la apertura de la economía de mercado y la firma de procesos de paz con múltiples grupos insurgentes.  Inversionistas y gobiernos de Europa, Asia y los Estados Unidos están atentos al destino de las reservas de gas, petróleo, al futuro de las minas de piedras preciosas, de la riqueza maderera y, por supuesto, en particular China: a la importante riqueza hídrica.   

Todos ven en Birmania -un país del tamaño de Francia y con casi 50 millones de habitantes-, un potencial mercado de consumidores, la mano de obra más barata del sudeste asiático y una ubicación estratégica incomparable en la región.