El concepto de Estado Fallido
se viene aplicando a una serie de países que sufren de diversas dificultades:
conflicto interno, subdesarrollo, pobreza, corrupción, incapacidad estatal,
ingobernabilidad, falta de control de fronteras, inseguridad, poca legitimidad
de sus gobernantes... Considerar a un Estado Fallido cuando enfrenta
estas dificultades es olvidar la historia de otros tantos que han pasado por
etapas similares, ¿cuál Estado ha logrado su desarrollo sin inconvenientes, por decir lo menos? Aún
hoy los estados con "calificación AAA" enfrentan sus propios dilemas
y dificultades... Más que Estados Fallidos encontramos "Estados que
Fallan" -unos más que otros-, gobiernos incompetentes, coyunturas
internacionales adversas.
Según los analistas los estados fallidos son la
principal fuente de la inseguridad del planeta y se constituyen en el
reto más importante para el siglo XXI. Este diagnóstico fue compartido por gran
parte de los expertos norteamericanos y europeos en seguridad internacional y
posteriormente adoptado como política nacional norteamericana y como política
comunitaria en la Unión Europea.
Para muchos críticos estigmatizar a los estados frágiles con etiquetas
de promotores de todos los males del siglo XXI se acerca peligrosamente a
formas de neocolonialismo e intervención indebida y costosa por parte de los
gobiernos del mundo desarrollado.
Los llamados estados fallidos o frágiles no son una amenaza, en sí
mismos, para el mundo occidental del
siglo XXI, son un desafío en la medida que hacen visible la pobreza extrema, la
inequidad, el subdesarrollo, la falta de libertades civiles y políticas, y la
exclusión de los beneficios de la globalización. No son una amenaza para el
sistema internacional, son un reto para sus sociedades que son las que sufren
las deficiencias y falta de capacidad para dar respuesta a las expectativas de
sus propios ciudadanos, son un verdadero reto para las organizaciones
internaciones, para las naciones desarrolladas...
La amenaza del siglo XXI es la presencia de grupos extremistas
transnacionales, las armas de destrucción masiva, el cambio climático, la
pobreza generalizada y las redes de delincuencia organizada en varias naciones
del planeta, incluidos tanto los estados frágiles como los estados del mundo
industrializado. En ese orden de ideas, el esfuerzo por establecer una
taxonomía mundial de estados no ha significado identificar a los verdaderos
enemigos de la seguridad y el desarrollo internacional.
En un mundo con, cada día más, vasos comunicantes en todas las esferas,
estamos inevitablemente unidos al fracaso o al éxito de la gestión pública, del
sistema político, de los gobernantes. Este blog
tratará temas internacionales, conflicto, coyuntura mundial, actores. Con
especial énfasis en la gestión de los gobiernos, las consecuencias, los
riesgos, los logros...
[1] Concepto que
según Steven R. David incluía todos los países excepto a los Estados Unidos,
Canadá, Europa Occidental, Nueva Zelanda, Australia, la Unión Soviética y Sur
África. Artículo Why the Third World Matters, International
Security, vol 14, no1. 1989